Cusco

Mejores actividades qué hacer en Cusco

Para ir a muchos de los sitios arqueológicos, museos y lugares históricos es necesario tener el Boleto Turístico del Cusco. Es un Imprescindible si viajas por acá.

Machu Picchu

Lo primero es decirte que venir a Cusco y no venir a Machu Picchu es como ir a París y no ver la torre Eiffel. Lo segundo, contarte que puedes llegar contratando algún tour desde Cusco (más abajo te dejo las mejores alternativas para hacerlo de esta manera), o bien hacerlo por tu cuenta. 

Cómo llegar a Machu Picchu por tu cuenta

Si eres aventurero y lo haces por tu cuenta, hay tres opciones de cómo llegar hasta Aguas Calientes (pueblo más cercano a Machu Picchu y desde dónde deberás caminar hasta las ruinas). Los reales aventureros preferirán hacer el Camino del Inca, que demora alrededor de 4 días. Existe una alternativa menos sacrificada, pero entretenida que es hacer la famosa ruta de Hidroeléctrica, que es la que hice yo en mis jóvenes 20 años, y que demora 8 horas. Finalmente está la opción más cómoda de todas, pero menos aventurera que es tomar el tren que demora 4 horas. 

Por tren. Son dos las compañías que realizan este trayecto en tren. Perú Rail e Inca Rail Los precios variarán según la categoría, fecha y horario del pasaje, pero los más baratos cuestan alrededor de 55 USD por trayecto, es decir, 110 USD ida y vuelta. Lo menos que tardan, son 4 horas desde Cusco hasta Machu Picchu. 

Los trenes salen desde Cusco o Ollantaytambo, y hay opciones de  llegar a Machu Picchu a las 8 de la mañana, evitando tener que dormir en Aguas Calientes. Te recomiendo comprar los tickets con tiempo. Comprar pasajes en tren desde aquí.  

Camino Termoeléctrica. Es la ruta más económica para llegar a Machu Picchu, y obviamente la que elegí, sin embargo, en esa entonces lo hicimos con Andrés solos. Si viajara con los niños ahora creo que optaría por el tren ya que la caminata puede ser algo dura para los niños tan pequeños. 

Básicamente esta ruta consiste en lo siguiente: Desde Cusco toma un bus que te lleve a un pueblo que se llama San María (salen de la Avenida Antonio Lorena), tarda alrededor de 5 horas. Desde ahí tomar un colectivo hasta otro pueblo que se llama Santa Teresa o que te dejen derechamente en la estación Hidroeléctrica. Este trayecto tarda unas 2 horas apróx. Desde la termoeléctrica hay que seguir TODO el rato por la vía del tren y hasta Aguas Calientes son alrededor de 2 horas. Ese día lógicamente no te vale la pena subir a Machu Picchu, así que tendrás que dormir en Aguas Calientes para ir al otro día temprano a las ruinas. La caminata en sí no es difícil y se pasa por paisajes bastante bonitos. Eso sí, si vas en temporada de lluvia evita hacerlo ya que en algunos lugares puede haber desprendimiento de material. 

Camino del Inca. Este recorrido es una de las rutas más apetecidas por los aventureros a lo largo del mundo y es el trazado que fijaron los Incas para moverse entre Machu Picchu y la ciudad de Cusco. 

Son 4 días de caminata en los que se recorren casi 40 kilómetros y donde llegas a sobrepasar los 4.200 metros sobre el nivel del mar, por lo que no es un camino para cualquiera. Hay que tener un estado físico decente para hacerlo y evidentemente no es para ir con niños pequeños. 

Durante las caminatas pasarás por paisajes cordilleranos y selváticos de una belleza inigualable. Además, también verás sitios arqueológicos de gran riqueza como las ciudadelas de Phuyupatamarca, Runkurakay, Sayacmarca, entre otras, para llegar a la meta que es Intipunku, que es la antigua puerta de ingreso a Machu Picchu. 

Para hacer el Camino del Inca debes tener un permiso especial, que tiene cupos limitados, por lo que hay que solicitarlo con varios meses de anticipación a través de alguna agencia de viajes. No está permitido hacer el recorrido solo por tu cuenta, debes hacerlo a través de un tour operador oficial. En la sección de abajo te dejo las mejores alternativas de excursiones.  

Cómo ir a Machu Picchu en tour 

Ir guiado a Machu Picchu es muchísimo más sencillo que todo lo anterior, y aquí te dejo las mejores alternativas para ir desde Cusco vía tren o camino del inca. 

  • Vía Tren. 

    • Todo incluido con tren panorámico por el día. Pincha Aquí

Comprar entradas para Machu Picchu

Para entrar a las famosas ruinas de Machu Picchu necesitarás comprar una entrada anticipadamente. Se recomienda comprarla con 3 semanas de anticipación para irse a la segura. Ahora si quieres subir al Huayna Picchu, necesitarás comprarla al menos 4 meses antes ya que los cupos son bastante limitados. 

La entrada general cuesta poco más de 40 USD por adulto. Los niños menores de 3 años entran gratis. Las entradas debes comprarlas desde aquí. 

Cómo llegar a Machu Picchu desde Aguas Caliente

  • Caminando. La caminata dura alrededor de una hora y media y es bastante empinada. La verdad yo no opté por esta alternativa a la ida, sí lo hice a la vuelta que es de bajada. Si quieres ahorrar un poco, es una buena manera.

  • Bus. Lo ideal es comprar los tickets el día anterior para ahorrarte la fila de la venta. No hay asientos asignados y se llenan por orden de llegada, por lo que es necesario estar muy temprano en la mañana, tipo 4:30 para asegurarte ser de los primeros en entrar a las ruinas y poder tomar fotos sin tanta gente, lo malo es que temprano suele haber algo de neblina.  

Mi experiencia en Machu Picchu

En el rincón más sagrado de los Andes, donde las nubes acarician las cumbres como susurros de los dioses olvidados, se yergue Machu Picchu, la joya oculta de los incas. Mi viaje a este santuario ancestral fue como adentrarse en un rincón del tiempo, donde las piedras hablan con susurros milenarios y los suspiros del pasado se entrelazan con el presente.

Desde el momento en que emprendí mi peregrinación hacia este enigma de la civilización inca, su historia se convirtió en un hilo invisible que tejía mis pensamientos con las leyendas de un pueblo que supo esculpir la grandeza en las entrañas de la montaña. Cada paso, cada escalón ascendente, me acercaba a la ciudad perdida que aguardaba con la paciencia de siglos.

La llegada a Machu Picchu es como descubrir un sueño tallado en piedra, donde los muros parecen contener los secretos de una época donde la conexión entre la tierra y el cielo era palpable. Las terrazas descienden como escalones hacia la profundidad, mientras que las laderas montañosas se alzan imponentes, custodios silenciosos de un pasado glorioso.

Lo que más me impactó no fue solo la arquitectura perfecta de los templos y viviendas, sino la simbiosis armoniosa entre la construcción humana y la naturaleza que abraza cada rincón de este edén perdido. La forma en que las piedras encajan como piezas de un rompecabezas divino, la flora que se abre paso entre las grietas de la civilización petrificada, todo ello da vida a un cuadro que solo la naturaleza y la humanidad podrían pintar juntas.

Mis sentidos se colmaron de asombro ante el Intihuatana, la misteriosa "piedra que amarra al sol", que se erige como un faro espiritual. Aquí, en este altar celestial, pude sentir la conexión con las fuerzas que gobiernan el universo, como si el tiempo mismo se detuviera para compartir sus secretos con aquellos dispuestos a escuchar.

Lo que más me cautivó fue la sensación de ser un testigo de la eternidad, como si hubiera atravesado una puerta invisible que separa lo tangible de lo intangible. En cada esquina, los espíritus del pasado susurraban cuentos de dioses y gobernantes, de sacrificios y celebraciones, pintando una narrativa mágica que impregnaba el aire que respiraba.

Si tuviera la fortuna de volver a este rincón celestial, repetiría sin dudar el amanecer en Machu Picchu. La primera luz del día, acariciando las cumbres neblinosas, despierta la ciudad antigua con una magia indescriptible. Las sombras danzan en los rincones de las ruinas mientras el sol se eleva, revelando la majestuosidad del lugar de manera gradual, como si la historia se escribiera con luz y sombra.

Para aquellos que ansían emprender este viaje mágico, les aconsejaría paciencia y preparación. Reservar con antelación es clave, ya que el acceso diario está limitado para preservar la integridad del sitio. Además, la elección del período de visita puede marcar la diferencia; la temporada seca entre mayo y octubre ofrece condiciones climáticas más favorables.

En conclusión, Machu Picchu es más que un destino turístico; es un portal a otra dimensión, una ventana a la riqueza espiritual e histórica de los incas. Al recorrer sus rincones uno no solo camina entre ruinas, sino entre las sombras y luces de un pasado que se resiste a ser olvidado. En este rincón sagrado de los Andes, la magia persiste, invitándonos a perderse en sus misterios y descubrir la eternidad entre las piedras que guardan los secretos de Machu Picchu.


MONTAÑA ARCOIRIS

La Montaña Arcoíris, o Vinicunca para los lugareños, la describiría como un puente entre dos mundos, entre lo tangible y lo etéreo. Un sitio donde decidí emprender el viaje hacia sus cumbres, ansiosa por desentrañar los misterios que aguardaban en sus pliegues de colores infinitos.

Mi ruta comenzó en el pueblo de Pitumarca, donde la historia del lugar se contaba en los murmullos de las piedras y el viento. Los lugareños, con ojos que reflejaban la sabiduría de generaciones, compartieron leyendas que envolvían la Montaña Arcoíris en un aura de magia y conexión con lo divino. Me sumergí en esa narrativa, dejándome llevar por la idea de que cada paso en la ascensión era un acercamiento a los dioses que pintaron con pinceles celestiales las laderas de aquel majestuoso lugar.

A medida que ascendía la paleta cromática de la montaña comenzó a revelarse tímidamente, como si el universo mismo deseara guardar sus secretos hasta el momento adecuado. El encuentro con la Montaña Arcoíris fue un espectáculo que desafió cualquier descripción terrenal. Ante mis ojos se desplegó un tapiz de colores que desafiaba las leyes de la realidad. 

Lo que más me impactó no fue solo la visión, sino la sensación de estar suspendido entre la realidad y la fantasía. Cada paso en esa tierra sagrada resonaba como una pulsación del corazón de la naturaleza misma. Las piedras antiguas, testigos silenciosos de eras inmemorables, parecían susurrar secretos a quienes estuvieran dispuestos a escuchar.

Mi experiencia en las faldas de Vinicunca quedará marcada en las páginas de mi vida como un capítulo donde los límites entre lo tangible y lo espiritual se desvanecieron. En la Montaña Arcoíris, encontré más que un fenómeno geológico; hallé un portal a lo divino, un reflejo de la vastedad cósmica que todos llevamos dentro.





LAGUNA HUMANTAY

Describiría a la Laguna Humantay como un diamante líquido en la corona de los Andes, capaz de cautivar el alma de cualquiera con su encanto ancestral y su belleza indescriptible.

La historia de este lugar remonta sus raíces a las antiguas creencias de los Incas, quienes veneraban a las lagunas como fuentes sagradas de vida y energía espiritual. La Laguna Humantay, ubicada a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, es un testamento viviente de esta conexión ancestral entre la tierra y el cosmos.

Mi travesía hacia este enclave místico comenzó con una caminata entre las montañas, siguiendo los senderos trazados por los Incas hace siglos. A medida que ascendía, la altitud acariciaba mi piel como un susurro de los dioses andinos, y el aire enrarecido se convertía en el lienzo de mi propia odisea.

De pronto la Laguna Humantay se reveló ante mis ojos como un espejismo celestial, un regalo divino en la paleta de la naturaleza. Su agua, un azul profundo como el cielo nocturno, reflejaba los picos nevados que la custodiaban como guardianes silenciosos.

Lo que más me impactó fue la quietud sobrenatural que envolvía la laguna. El silencio, solo roto por el susurro del viento acariciando las hojas de los quenuales, creaba una atmósfera de contemplación sagrada. Me sentí un intruso afortunado en este santuario andino, testigo de un diálogo silencioso entre la tierra y el cielo.

Si pudiera repetir este viaje en el tiempo, me sumergiría una y otra vez en las aguas transparentes de la Laguna Humantay, buscando la conexión espiritual que solo un lugar tan venerable puede ofrecer. Te aconsejo si vienes aquí a que te dejes llevar por la serenidad del lugar, que contemples su belleza sin prisas y que permitas que la magia de los Andes te envuelva en su abrazo eterno.

Otro consejo valioso sería prepararse adecuadamente para la altitud. La majestuosidad de la Laguna Humantay demanda respeto, y una aclimatación gradual es esencial para disfrutar plenamente de esta experiencia única. Hidratarse abundantemente y permitir que el cuerpo se adapte a la altitud son pasos cruciales para evitar el mal de altura.



CENTRO HISTÓRICO DE CUSCO

Caminar y perderse por las calles de esta ciudad es algo que sin duda no debes dejar de hacer si vienes a Cusco. La ciudad que fue el ombligo del Imperio Inca tiene fascinantes calles que serpentean entre edificaciones coloniales y muros de piedra que susurran historias del pasado. Cada paso te transportará a un tiempo lejano, a un mundo que una vez fue testigo de grandezas y tragedias.

La Plaza de Armas, núcleo vibrante de la ciudad, es un lienzo pintado por la mano de la historia. La Catedral, imponente y sublime, se yergue como guardiana de los relatos que se deslizan entre las sombras de los arcos circundantes. Las fachadas de las iglesias coloniales parecen contar historias de conquista y resistencia, mientras que los balcones de madera susurran cuentos de amores prohibidos.

La iglesia de Santo Domingo y la Calle del Sol (que se mantiene de la manera original en la que construyeron los Incas), también son sitios que deberías recorrer en tu caminara por el centro histórico. 

Explorar los callejones estrechos y laberínticos del Barrio de San Blas es adentrarse en el corazón creativo de Cusco. Aquí, artistas locales dan vida a sus sueños en talleres de pintura y escultura, creando obras que capturan la esencia misma de los Andes. Las tiendas de artesanía ofrecen tesoros únicos, desde tejidos vibrantes hasta cerámica que cuenta la historia de la tierra.

Sin embargo, antes de emprender una larga caminata, ten en cuenta que es crucial tomarse el tiempo necesario para aclimatarse y mantenerse bien hidratado en todo momento. 

Si te gustan los sitios arqueológicos, en el centro histórico de Cusco se encuentra el Templo del Sol (Qoricancha). Este fue el templo religioso y político de mayor importancia en el incanato. Fue el principal adoratorio del dios Inti (sol). Fue tanta su importancia que los visitantes tenían que ingresar descalzos y en ayunas. Entrada general de 5 USD y está abierto de lunes a sábado entre 8:30 y 17:30 hrs. 





RUINAS CERCA DE CUSCO

Hay cuatro ruinas que recomiendo visitar. 

  • Sacsayhuamán: Sacsayhuaman se encuentra a solo 10 minutos de la Plaza de Armas del Cusco (en automóvil) o a 45 minutos caminando. Las ruinas de Sacsayhuamán son una de las edificaciones incas más asombrosas. Se especula que más de 20 mil hombres extrajeron piedras de las canteras aledañas y la trasladaron 20 kilómetros. Se estima que las ruinas conservan cerca del 40 por ciento de su antigua estructura. 

En la ciudadela de Sacsayhuaman encontrarás edificios residenciales, torreones, adoratorios, almacenes, caminos y acueductos. Para entrar, necesitarán el boleto turístico de Cusco, que puedes comprar haciendo click aquí. 

  • Adoratorio Qengo: Qenqo está a 2 kilómetros por carretera del centro de Cusco. Este sitio arqueológico está dividido en dos: Qenqo Grande (ubicado junto al camino) y Chico (ubicado en la ladera de la montaña Socorro). Los incas habrían realizado ceremonias religiosas en este lugar. Sin embargo, debido a que cuenta con una construcción en forma de anfiteatro, también habría servido para reuniones de carácter social. Son famosas sus cuevas laberínticas subterráneas, en las cuales se habrían realizado sacrificios de animales con fines religiosos. 

El sitio arqueológico de Qenqo está abierto al público todos los días del año, desde las 8 a las 17 hrs. Para entrar, necesitarán el boleto turístico de Cusco, que puedes comprar haciendo click aquí. 

  • Atalaya Puca Pucará. Se encuentra a 7 kilómetros de Cusco y se alza sobre una colina deleitando con su arquitectura de grandes muros, terrazas y escalinatas. Al atardecer, las rocas toman un sorprendente color rojizo que le da nombre a la construcción: Puca Pucará significa Fortaleza Roja en quechua. Para entrar, necesitarán el boleto turístico de Cusco, que puedes comprar haciendo click aquí. 

  • Tambomachay. Se encuentra a solo 7 kilómetros de Cusco y su función fue la de proporcionar agua a los sitios aledaños. La armonía que existe entre sus muros de piedra y la naturaleza que la rodea la transforman en uno de los lugares más maravillosos de los alrededores de Cusco. 

El recinto presenta canales de agua hechos de piedra labrada que finalizan en dos vertientes donde fluye agua cristalina todos los días del año. Allí se ubica una plataforma que sirvió de fuente litúrgica y, probablemente, de baños del inca.

El sitio arqueológico está abierto al público todos los días del año, desde las 8 a las 17 hrs. Para entrar, necesitarán el boleto turístico de Cusco, que puedes comprar haciendo click aquí. 



WAQRAPUKARA

Estas ruinas se ubican en la provincia de Acomayo (al sur de la región Cusco), a 2h 30m en auto desde Cusco. El sitio arqueológico de Waqrapukara no tiene nada que envidiar a las otras ruinas famosas de este sector de Perú. Su nombre en español significa “Fortaleza en forma de cuerno”, debido a su inmensa cumbre con formaciones rocosas de montaña, como si fueran dos cachos. 

Se estima que Waqrapukara fue un templo religioso como también una fortaleza del imperio Inca. Un aspecto destacable de la arquitectura de Waqrapukara son sus templos de tres jambas situados en la parte más elevada.

La estructura central de Waqrapukara (en medio de los dos cuernos) está constituido por una caverna con ventana que muestra el abismo sobre el que está formado.

Todo el conjunto arquitectónico de Waqrapukara está conformado por recintos, escaleras, canales, andenes y más. En la parte baja se encuentran los andenes, recintos menores y escalinatas que conducen a la parte más alta. Allí, en la parte superior, están los recintos mayores, los templos y construcciones más finas (de la élite inca).

Para ir por tu cuenta debes tomar el transporte público a Cusipata (situados en la avenida Huayruropata de la ciudad del Cusco). Una vez allí debe volver a tomar otro transporte público hacia la localidad de Sangarará. Allí comienza la caminata hacia el sitio arqueológico. El viaje de retorno toma la misma ruta de retorno. Si quieres ir por tour y olvidarte de todo, aquí te dejo el mejor. 



 

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