Los marroquíes en general son muy amistosos con los niños, tanto que pueden llegar a cansarse de tantos regalos, besos y adulación que tienen hacia ellos. Suelen ser muy cordiales y serviciales con las familias con niños pequeños, haciéndote la experiencia más fácil. 

Particularmente la Medina de Tánger con sus colores, olores, movimientos y novedades de los Zocos es especialmente llamativa para los niños. Por lo mismo, la mayoría de las actividades que dejamos en la sección de panoramas en esta guía también son recomendadas para viajar con menores de edad.